Es hasta poético ver a fascistas de una vereda, y a progres pro castrismo de la otra, cara a cara, en la embajada de Cuba pegándose el show. Dos caras de la misma moneda, como reflejo ambos en un espejo defendiendo sus propias ideologías intolerantes y asesinas, ambos al servicio del Estado y el Capital. Se apuntan con el dedo, pero el mundo está lejos de ser blanco y negro, está muy lejos de absolutismos, al fin y al cabo la gente está dispuesta a pasar sobre la otra para conseguir lo que quieren.
El progresismo usado para mantener el control de cualquier insurrección, para cambiar un poco las cosas, pero jamás a quién está al poder. El fascismo, marionetas usadas para crear algo de lo qué temer, para decir, esto es lo que pasa si no defendemos la democracia, y a la vez existen para elevar al progresismo casi a un
Estado de mega subversión de izquierda, para el fascismo un político de izquierda es casi que promueve el terrorismo y van a poner bombas, o a quemar las empresas. Ninguno de los dos se dan cuenta que trabajan para la misma agenda, y que si los pasáramos por un filtro blanco y negro se verían iguales.
La gente de Cuba se muere, y ustedes haciendo show infantil en una embajada… El llamado era a un súper lunes por el Weychafe Pablo Marchant, mas no llegó nadie porque fueron todos a la embajada, sólo para ir a «darle cara a los fachos». Son unos ridículos, ambos.