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¿El animal político?

El hombre es por naturaleza un animal político, del griego «ὁ ἄνθρωπος φύσει ζῷον πολιτικόν», o eso decía Aristóteles. Hoy en día la democracia representativa ha engullido el poder político del pueblo, y estamos en un punto donde manifestarse es un delito, algo moralmente malo, algo que la gran mayoría (la dictadura de las mayorías) ven como un delito y un ataque directo hacia ellos. Y que así, de a poco, de forma exitosa, se ha ido reprimiendo la manifestación social, y hasta la capacidad de tener un pensamiento divergente fuera de las normas, fuera de la lista de pensamientos que la democracia nos permite tener.

Para empezar ¿Qué es la democracia? Los mayores defensores de esta dicen, en las palabras de Abraham Lincoln “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” [U.S. Department of State, Spanish Traslation – Gettysburg Adress], es decir, un gobierno nuestro, que nosotros creamos y que existe para suplirnos a nosotros. La democracia moderna, impulsada por la ilustración y el liberalismo clásico parecía entonces, en la época posterior a la revolución francesa, y durante las independencias americanas, como un modelo político clásico, reformado, que venía a arreglar los problemas de desigualdad y carencia de soberanía de las monarquías absolutistas. Decía de nuevo Lincoln “del mismo modo que no sería un esclavo, tampoco sería un amo. Esto expresa mi idea de la democracia” [Palomo (2013), p. 116] ¡Que maravilloso! ¿No? Un sistema donde todos somos iguales, donde nadie es esclavizado ni nadie desea esclavizar, es normal entonces que la mayoría de movimientos independentistas y descolonizadores se afirmaran de este ideal para buscar su libertad. “Una democracia disciplinada e ilustrada es la cosa más bella del mundo” [Gandhi (1983), p. 207, MM, 130].

No obstante ¿Es así realmente la democracia? ¿Esta utopía tan maravillosa es así en la praxis o se quedó en el tintero de la teoría de unos viejos barbudos? Este cuestionamiento se sustenta en la lógica y los sentires que nos han dejado los últimos años la situación política en este país. Desde el quiebre de la libertad de manifestación el 2019 durante la revuelta social, y la libertad de circulación que devino de esta, alargada bajo la excusa de la pandemia del Corona virus, hasta la llegada del actual gobierno de izquierda de Gabriel Boric, en donde al poco de su ascensión la periodista Francisca Sandoval fue asesinada en el contexto de la marcha por el día del trabajador, asesinato ejecutado en cooperación con carabineros de Chile por narco ambulantes de Estación Central contrarios a las marchas ¿Cuántos muertos van por ejercer su libre derecho a protesta? ¿Cuántos muertos van a manos de los funcionarios estatales, algunos solo por estar en el lugar y hora incorrectos? Tobías, un estudiante que gustaba de hacer música subversiva, golpeado a palos hasta el coma del que no saldría por narco ambulantes, que esperaban la llegada de la marcha que Carabineros fue arreando hasta Estación Central, casi como coordinados en llevarlos hasta estos violentos ambulantes. Maximiliano Rodríguez, asesinado por un carabinero de civil en la población Juan Antonio Ríos de Independencia. David Toro, el primer ejecutado por la Ley Nain Retamal, que da el derecho a la policía de asesinar personas bastando que el carabinero tenga el sentimiento de que su vida corre peligro, él fue acribillado en su auto por una UZI por un control que juzgaba su auto que estaba armando, por no tener los papeles, e intentar escapar por sentirse amenazado, eso bastó para matarlo, luego todo se justificó en la marihuana que portaban sus amigos que lo acompañaban en el auto. Achibaldo Matias Vidal, abatido en un allanamiento en las comunidades mapuche de Tirúa y Cañete, por una investigación del ministerio público contra la organización Weichan Auka Mapu. Y, entre otros más, Alonso Verdejo (alias Risueño), la muerte más reciente que afecta a las comunidades acrátas en el territorio chileno, apuñalado por Patricio Salerick Villafaña en la romería del domingo 8 de septiembre.

¿Pero cómo es posible que un modelo que se vende como la igualdad entre hombres esté sistemáticamente estructurado para eliminar minorías étnicas como la mapuche? ¿Cómo es posible que un sistema que se dice ser el que hace partícipes a todos del debate persiga a quienes tienen ideas distintas? ¿Cómo es posible que la democracia, la madre de toda nuestra estabilidad, la hija de la carta de los derechos humanos, cometa tantos atropellos a los derechos humanos dándole a sus agentes el poder de ser superiores en juicio para matar legítimamente sin proceso judicial a otros? “En este punto conviene advertir que la palabra democracia se usa con suma frecuencia para identificar designar sistemas muy dispares. Por supuesto ha servido para conformar a los pueblos con el despojo de sus libertades y derechos, justificar angustias económicas y hasta verdaderas tiranías” [Rousseau y la Democracia (2017), Dr. Luis Diego Flores, p. 2]. Quiero afirmar entonces que la democracia no es más que una fachada para el sometimiento del pueblo, una linda idea que nos venden que resulta ocultar todo a lo que supuestamente se opone, y lo hace de una forma en la que no nos damos cuenta, en la que aceptamos la realidad que nos fabrica. Toda oposición permitida es fabricada por el mismo sistema, nada existe fuera de la democracia, todo viene y es de ella. Por ende, los debates políticos que vemos en televisión no son más que un show, un circo donde nos ilusionan con el humo de un supuesto enfrentamiento ¿Qué enfrentamiento? Todos los partidos políticos parecen ponerse de acuerdo en los temas importantes, darle poder al Estado y sus agentes, respaldarlos, demonizar la protesta y los movimientos populares, apropiarse de la memoria histórica, de la oposición, de la rebeldía, para enfrascarla. El mayor ejemplo es ver celebrar al gobierno de izquierda los 50 años del golpe militar, si, celebrar, porque no hacen mayores esfuerzos por dar justicia a los detenidos desaparecidos, y su mayor aporte es exponer a Gabriel Boric con los zapatos de Allende mientras reprimen con blindados y gas lacrimógeno la romería al cementerio ¿De qué oposición entre izquierdas y derechas hablamos si ambos gobiernos reprimen con el mismo puño? “Dentro de la democracia, la existencia de una izquierda o una derecha y la actividad concreta de los partidos no tienen ningún valor relativo a la transformación decisiva de las estructuras sociales. Todo y todos están en el sistema, se acogen al sistema, lo confirman y lo respetan. Y el sistema es injusto y crea sufrimiento” [La pobreza, Antonio Gamoneda. Galaxia Gutenberg (2020), p. 161]. Este es el problema de la democracia representativa, votamos por las opciones que ellos nos dan, y ellos eligen qué hacer, qué leyes aprobar, mientras la voz del pueblo pide justicia y baja de precios, el Estado crea la Ley Nain Retamal, la Ley antibarricadas, y otros conjuntos de represiones y compras de armamento para callar estas voces ¿Dónde está la soberanía? Seguramente se perdió entre votos, o en el trabajo subconsciente de convencernos a soltar nuestro animal político y entregarnos a lo que la clase política estime conveniente.

En efecto, el fraude de la democracia no reside solo en la representatividad arrebatándonos la democracia directa, ni en el falso enfrentamiento entre la izquierda y la derecha; y el poder del animal político no fue solo arrebatado a la fuerza por la represión, y la persecución a las marchas y movimientos sociales, hay un componente subconsciente. Y es espeluznante, como los experimentos MK Ultra de los videos de misterio en internet, aunque el verdadero misterio no reside en el MK Ultra en si, sino que eso ya es real y que es actualmente usado en todo. Y es que esta utopía se ha transformado en una distopía de Huxley. “Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas pueden obrar de otro modo que como deben obrar. Y si algo marcha mal, siempre queda el soma” [Un mundo feliz, Aldous Huxley (1932). Epublibre, p. 147], estamos controlados a un nivel en que hacemos lo que se espera que haga, y nuestro consuelo que nos mantiene a raya es el soma, una droga que va desde la pasta base hasta unas compras en los Cyber Days, es la materialización de nuestro sometimiento puro, nuestro cable a este orden y a que lo defendamos. En ese sentido, los anarquistas, los que protestan, los que se quejan, quieren sacar una voz peligrosa, una voz que busca romper con el orden establecido que me permite tener todas estas comodidades, ir al mall, gozar de fiestas y alcohol pagado con el dinero de mi sueldo. “¿Qué consuelo necesitamos, puesto que tenemos soma? ¿Para qué buscar algo inamovible, si ya tenemos el orden social?” [Un mundo feliz, Aldous Huxley (1932). Epublibre, p. 155], y es con esta lógica y la violencia de nuestros días modernos, que se defiende hasta asesinar para defender al Estado y el Capital.

En la pasada romería del año 2024 se vivió una fuerte represión, que ha ido en crescendo cada año, por lo cual este ha sido el año más brutal. Encerronas múltiples sin provocación al llegar a Alameda con Morandé, mojando y ahogando gente que no podía escapar por lo estrecho de la calle, horribles estampidas, gente que no podía correr porque las personas de adelante no avanzaban. En ese contexto, ya pasado el río mapocho, donde la calle era más amplia, y en cada esquina esperaba el carro lanza aguas para mojar y gasear a las personas, vino un hombre, Patricio Salerick Villafaña, saliendo detrás del piquete policial, esperando a que pasara un encapuchado para apuñalarlo por la espalda. El compañero Risueño se le ve en el video solo escapando de la barrida policial, el asesino eligió una víctima al azar, el primero que se acercó a su cuchilla ¿El gobierno que dijo? Que era una riña ajena a la marcha, y ahí quedó, está protegido aislado en prisión preventiva, y fuera de los entornos anarquistas nadie dice nada, ni hay una pizca de muestra de indignación, “El Gobierno, por medio de porras y piquetes de ejecución, hambre artificialmente provocada, encarcelamientos en masa y deportación también en masa no es solamente inhumano (a nadie, hoy día, le importa demasiado este hecho)” [Un mundo feliz, Aldous Huxley (1932). Epublibre, p. 11] ¡Cuánta razón tenía Huxley al visualizar nuestro futuro y ver la progresiva caída de la careta de la democracia! A nadie le importan las muertes, por temor a convertir una queja en acto político ¡Tenemos miedo de ser esos animales políticos! Aceptamos lo que nos dan y lo defendemos. Y es que un punto importante a recalcar es que el asesino Patricio Salerick era un fascista, al momento de perpetuar el ataque gritó “soy contramarcha», un hombre que asesina por defender al sistema, que odia a aquellos que marchan y ejercen la soberanía popular, un hombre que se fue voluntariamente y de forma amable con carabineros de Chile, ni le quitaron el arma blanca, ni se fue esposado, siendo que yo vi como a la salida del cementerio detenían a personas a las que les hacían seguimiento y se las llevaban esposadas y en forcejeos. “He visto intervenir a las democracias contra todo excepto contra los fascismos” [Albaigès (1997), p. 370. La esperanza] porque la represión es para quienes se oponen a este sistema, y la democracia no hace más que solventarse en el fascismo ¿O no hemos visto a través de la historia que el ciclo es de democracia a dictadura fascista? Como un jugueteo de sistemas hermanos, que se intercalan entre sí para asegurar su hegemonía cuando la gente se cansa de uno, ya decía Platón que toda democracia termina en dictadura.

No hay forma positiva de terminar esto ¿Qué fue lo que Alonso Verdejo hizo para merecer la muerte prematura? Solo fue a ejercer su soberanía popular, por ser de los pocos que aún era un animal político. Si se supone que la misma democracia dio herramientas para derrocar a tiranos, hasta con las armas si es necesario ¿Qué armas quedan ya? Mientras más raíces ha hecho la democracia, menos oposición hay ella, no porque sea un sistema perfecto, sino porque es perfecta en su control y represión. En el siglo pasado veíamos guerrillas armadas, la protesta pacífica era rayar todo, prender barricadas, hacer huelgas, lanzar pintura a los blindados, ahora protesta pacífica es no hacer ruido ni molestar a nadie, pedir permiso para marchar. Imagínate como nos mirarían los ciudadanos del siglo pasado si les decimos que si algo les molesta no pueden salir a la calle, primero deben pedir un permiso, permiso que solo dan cuando la protesta no molesta o no contradice el orden impuesto, pero de nuevo, al ciudadano moderno no le importa, poco le importa, solo quiere su soma y consumir. Las mayores cadenas son mentales, somos el tipo de esclavo que ellos nos dan a elegir ser, nos comieron el alma, nuestra autodeterminación, pasó de forma tan paulatina que no nos dimos cuenta. No tenemos poder, y miramos de mala forma a aquellos que quieren devolvernos ese poder, porque estamos bien como estamos, y fuera de eso tememos, tememos perder la comodidad de someternos ¿Protestar? ¿Para qué? ¿Qué quieren conseguir estos delincuentes si estamos bien como estamos?

¿La solución? ¿Qué sistema que sea mejor escoger? No la hay, como dije nada es fuera de la democracia. Las épocas de revoluciones ya son pasadas, todo es el sostén del Estado y el Capital, y los pocos que quedan que realmente piensan fuera del molde y desean derrocar este sistema están siendo asesinados y aislados. Y nos duele, nos aqueja como si el puñal nos lo hubieran encajado a nosotros, están matando al último animal político de nuestra especie.

 

-JD ¡Y haganmecallar!

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